Internet condiciona a diario la vida de muchas personas y de las actividades que forman parte de la rutina de uno. En sus inicios, solamente se disponía de conexión desde los ordenadores, ya fuera en el hogar o en los centros de trabajo, algo que ahora nos parece muy lejano. La posibilidad de conectarse a la red ha llegado a dispositivos que hace varias décadas parecía inimaginable como los teléfonos móviles.
Hasta un 96% de los usuarios habituales a internet se conectan en España a través de su smartphone, algo que hace que muchas de las actividades se hayan trasladado a la pequeña pantalla. De media, se destinan más de tres horas diarias al teléfono móvil y, en consecuencia, a las diferentes aplicaciones que se nos presentan para realizar actividades tan diversas como gestionar el correo electrónico, realizar una videollamada o consultar nuestra cuenta bancaria.
Y es que son muchos los sectores en los que podemos observar cómo la actividad online se ha trasladado a una aplicación móvil fácilmente localizable en los principales mercados como Google o Apple. Ejemplo de ello son las compañías de streaming como Netflix, con todo su catálogo audiovisual al alcance con un solo clic, o los casinos online con la app móvil de LeoVegas, que recoge en una única plataforma opciones de entretenimiento diferentes como las tragamonedas online, las ruletas en vivo o la posibilidad de realizar apuestas deportivas.
De media, un usuario cuenta con 36 aplicaciones instaladas en su smartphone, sobre todo aquellas destinadas a cubrir necesidades comunicativas como WhatsApp, Facebook, Gmail o el canal de contenidos YouTube. Muchas de ellas, como todas las nombradas anteriormente, se ofrecen de manera gratuita y presentan muchas facilidades para que usuarios de todo tipo y de diferentes rangos de edad estén cómodos con su utilización. A continuación, repasaremos brevemente su evolución hasta llegar a la actualidad.
Índice
De la no conexión al teléfono inteligente
Cabe comentar que, si vamos a buscar la primera aplicación para un dispositivo móvil, esta data de la década de los ochenta. Evidentemente, no se disponía de conexión a internet y los teléfonos portátiles estaban principalmente diseñados para llamar y enviar mensajes. Los más modernos contaban con alguna plataforma de entretenimiento propia de las máquinas de arcade. Así pues, se puede decir que las primeras app fueron de entretenimiento, concretamente el Tetris en 1984 y el Snake, para Nokia, en 1997.
Con la entrada a un nuevo siglo, la tecnología permitió que los dispositivos pudieran conectarse a internet para acceder a algunas páginas web. Entre las actividades más populares por aquel entonces destacaba la consulta del correo electrónico o de portales informativos. También se permitía la descarga de elementos como imágenes o canciones, pero no tuvo un gran éxito entre la sociedad. Todavía no habían nacido las aplicaciones como tales.
Pero el punto más importante para entender cómo hemos llegado al día de hoy se produjo en 2007, con la aparición de los teléfonos inteligentes, los conocidos como smartphones. Apple presentó su iPhone, que ya contaba con algunas aplicaciones, mientras que Google hizo lo mismo con el primer móvil con sistema operativo Android. Ambos lanzaron a su vez un mercado de aplicaciones que abrió una puerta a nuevas oportunidades. Esto, sumado a proliferación de la red móvil y al wifi, permitió que se dieran millones de descargas.
Rapidez ante todo
Todavía hoy hay quienes se preguntan el porqué del éxito de las aplicaciones. Hay varios motivos que se podrían usar para argumentar, pero uno de los principales es la rapidez que proporcionan a los usuarios para realizar tareas. Cada vez permiten más posibilidades de una manera sencilla y clara, algo que es de valorar. Además, su evolución es constante, avanzan día a día y se adaptan a las demandas de la sociedad, de la mano de las nuevas tecnologías, aportando una calidad de vida que ahora echaríamos de menos si nos la quitaran.